El comercio exterior de China ha crecido un 2,8% interanual en los tres primeros trimestres del año, obteniendo 22,91 billones de yuanes (2,9 billones de euros).
Los beneficios de las empresas industriales chinas se han contraído en agosto, debido al impacto que ha tenido la débil demanda interna y la guerra comercial con Estados Unidos en los resultados empresariales.
El Banco Central de China no prevé modificar su política monetaria, a pesar de la desaceleración de la economía del gigante asiático, mientras que otros entes centrales mundiales han bajado sus tasas de interés.
La comisaría europea Elzbieta Bienkowska destaca la necesidad de una política de reindustrialización mediante la digitalización para poder competir con China y EEUU.