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viernes, abril 26, 2024
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El consumo y la inversión, las causas del fin de la recesión

 El consumo y la inversión, las causas del fin de la recesión

El aumento del consumo y de la inversión han sido las causas del fin de la recesión en España en el tercer trimestre del presente año, tras incrementarse el PIB un 0,1%, según ha señalado el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El organismo estadístico ya había certificado que España salió de la recesión técnica en el tercer trimestre, aunque este jueves ha procedido a publicar los datos desagregados, que apuntan a un crecimiento del consumo de los hogares del 0,4% entre julio y septiembre, su primer repunte tras cinco trimestres en negativo.

También creció el consumo de las administraciones públicas, un 0,1%, en contraste con la caída del 0,9% del segundo trimestre, mientras que la inversión aumentó un 0,2% tras tres trimestres registrando tasas negativas.

Con el crecimiento trimestral del 0,1% registrado entre julio y septiembre, la economía española entra en positivo tras nueve trimestres de contracción y dice adiós a la recesión más larga de la etapa democrática.

El INE ha apuntado además que la tasa interanual de la economía española se situó en el -1,1% en el tercer trimestre, mejorando en una décima el dato que adelantó el organismo estadístico a finales de octubre.

La economía española modera así cinco décimas su contracción interanual respecto a la tasa registrada en el segundo trimestre (-1,6%) y suma ya nueve trimestres consecutivos de caídas interanuales.

El INE ha explicado que esta desaceleración en el retroceso interanual del PIB es consecuencia de una aportación menos negativa de la demanda nacional (-2,5 puntos frente a -3,7 puntos en el segundo trimestre), que se vio compensada parcialmente por una contribución menos positiva del sector exterior (1,4 puntos frente a 2,1 puntos).

Uno de los principales componentes de la demanda nacional, el gasto en consumo, presentó en el tercer trimestre variaciones anuales menos negativas, incluso positivas en algunos casos. En concreto, el gasto en consumo final de los hogares moderó su caída interanual más de un punto, hasta el 2,2%, gracias a la mejora del comportamiento de todos sus componentes y en línea con la evolución menos negativa de la remuneración de los asalariados, que bajó un 3,6% frente al -5,2% del segundo trimestre.

Por su parte, el consumo final de las administraciones públicas creció un 0,3% en tasa interanual en el tercer trimestre del año, su primer repunte en al menos seis trimestres, mientras que la formación bruta de capital fijo se mantuvo estable, con un descenso del 6,3%, el mismo que experimentó en el segundo trimestre. En concreto, la demanda de activos de bienes de equipo y activos cultivados presentó un crecimiento del 0,2%, mientras que la inversión en construcción moderó cuatro décimas su decrecimiento, hasta el -10,3%.

En el tercer trimestre, la contribución de la demanda exterior neta (1,4%) fue inferior a la del trimestre precedente por la moderación del crecimiento tanto de las exportaciones como de las importaciones. Así, las exportaciones de bienes y servicios moderaron su tasa interanual 4,4 puntos, al pasar del 9,1% del segundo trimestre al 4,7% en el tercero, mientras que las importaciones crecieron un 0,7%, frente al aumento interanual del 2,5% del segundo trimestre.

Desde la óptica de la oferta, la mayor parte de las ramas de actividad presentaron tasas de variación menos negativas en el tercer trimestre. En concreto, el valor añadido bruto de las ramas industriales moderó su decrecimiento en 1,6 puntos, hasta el -1%, mientras que la construcción atenuó su caída tres décimas, hasta el -6,2%.

Por su parte, los servicios relajaron su caída hasta el -0,5%, mientras las ramas primarias descendieron un 2,1%, en contraste con el avance del 0,5% experimentado en el segundo trimestre, de acuerdo con la evolución de los indicadores de actividad agrícolas y ganaderos.

En cuanto al empleo, el INE asegura que esta variable, medida en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, disminuyó su decrecimiento anual en siete décimas, hasta el -3,2%. Este resultado supone la reducción neta aproximada de 522.000 empleos a tiempo completo en un año.

En el tercer trimestre, las ramas de los servicios y de la construcción fueron las que presentaron un mejor comportamiento del empleo. Así, la ocupación en los servicios moderó nueve décimas su contracción interanual, hasta el -2,1%, mientras que la construcción atemperó el recorte de puestos de trabajo desde el -14,4% del segundo trimestre al -11,6% del tercero.

Por su parte, la industria incrementó siete décimas su contracción, hasta el -6%, mientras que las ramas primarias presentaron un descenso de la ocupación del 1,3%, frente al crecimiento interanual del 1% del trimestre anterior.

Según el INE, la menor contracción del empleo ocupado se mantuvo también en el empleo asalariado, si bien las tasas de variación son inferiores en este caso (pasan del -5% al -3,8%). Por su parte, el empleo no asalariado registró un crecimiento del 0,2%, lo que supone 2,6 puntos menos que en el trimestre precedente.

Con todo, la productividad aparente por puesto de trabajo equivalente pasó del 2,4% del segundo trimestre al 2,1%, mientras que el crecimiento de la productividad aparente por hora efectivamente trabajada se situó en el 2%, frente al 0,7% anterior.

Respecto al gasto en salarios, su cuantía experimentó una variación del -5,2% al -3,6%, tras aumentar en 1,2 puntos el número de trabajadores (del -5% al -3,8%) y subir tres décimas la remuneración media por asalariado (del -0,2% al 0,1%). La variación del CLU (coste laboral por unidad de producto) fue del -1,9%, lo que representa 2,3 puntos menos que el deflactor implícito de la economía, el cual redujo en tres décimas, hasta situarse en el 0,4%.

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