Ewald Nowotny, miembro del consejo del Banco Central Europeo (BCE), ha señalado que el organismo está preocupado por la “influencia política” que puede ejercer Estados Unidos sobre los tipos de cambio.
Taro Aso, ministro de Finanzas de Japón, ha indicado que Tokio podría responder rápidamente a las variaciones del tipo de cambio en base a los acuerdos del G-7 y el G-20.
El FMI ha calculado que una depreciación del 10% del tipo de cambio efectivo real conllevaría un aumento medio de las exportaciones reales netas equivalente al 1,5% del PIB.