El papa Francisco ha renovado los estatutos del Instituto para las Obras de Religión (IOR), el conocido como "banco vaticano", en los que se introduce la figura de un auditor externo para la auditoría de cuentas.
El Vaticano ha informado este fin de semana que congeló más de dos millones de euros por estar relacionados con casos de presunto blanqueo de dinero en 2016.
Paolo Cipriani, y Massimo Tulli, director general y vicedirector respectivamente del Instituto para las Obras de Religión (IOR), más conocido como Banco Vaticano, han dimitido el pasado lunes.