El Vaticano ha informado este fin de semana que congeló más de dos millones de euros por estar relacionados con casos de presunto blanqueo de dinero en 2016.
De acuerdo con lo que ha indicado el fiscal de la Ciudad del Vaticano, esta decisión forma parte de la iniciativa que ha venido impulsando el Papa Francisco desde su llegada con el propósito de limpiar las finanzas de la Santa Sede.
Gian Pietro Milano, cuyo título oficial es Promotor de Justicia, ha ofrecido estas declaraciones durante una presentación anual relacionada con el estado del sistema de justicia criminal del Vaticano, en ocasión de la inauguración del año judiciario de la Santa Sede.
Durante su discurso, Gian Pietro Milano no ofreció más detalles a la prensa, sin embargo, señaló que el montante de dinero sospechoso congelado entre los años 2013 y 2016 era muy cercano a los 13 millones de euros.
A este resultado, explicó el fiscal en su informe, se ha llegado siguiendo las normativas introducidas en los últimos años para el contraste del lavado de dinero. De esta forma, “se puede considerar terminada la distancia inicial que se tenía respecto a los estándares internacionales relativos a las acciones de prevención y vigilancia”, según Milano.
Estos fondos de 2016 se bloquearon después de recibir una serie de advertencias por parte de la Autoridad de Inteligencia Financiera del Vaticano (AIF), a la que el Papa Francisco ha otorgado una mayor cantidad de facultades operativas.
En los últimos años, el Vaticano ha emitido una serie de disposiciones con el firme propósito de poder limpiar sus finanzas y darles más transparencia, especialmente desde la elección del Papa Francisco en el año 2013.