La compañía registró unos ingresos de 2.332 millones de libras (2.798 millones de euros), un 6,8% más. Así, la facturación creció un 8,1% en América del Norte, hasta los 1.052 millones de libras (1.262 millones de euros), mientras que en Reino Unido, Irlanda, África y Asia-Pacífico se situó en 670 millones de libras (803,8 millones de euros), un 6,9% más. En el resto de Europa se generaron 610 millones de libras (731,8 millones de euros), un 4,5% más.
El beneficio operativo de Sage fue de 452 millones de libras (542,3 millones de euros), equivalente a un incremento interanual del 43,5%. De este modo, el margen operativo de la compañía se amplió en cinco puntos porcentuales, hasta el 19,4%.
«Sage ha vuelto a anotarse un año de éxito, con un fuerte crecimiento de los ingresos y un aumento considerable de los beneficios y el cash flow», ha afirmado el consejero delegado de Sage, Steve Hare.
«Las pequeñas y medianas empresas siguen resistiendo, a pesar de la actual incertidumbre macroeconómica, y continúan eligiendo a Sage para que las ayude a ser más productivas y eficientes», ha añadido.
Por otra parte, la multinacional ha propuesto mejorar en un 6% el dividendo para todo el año, hasta las 0,2045 libras (0,25 euros). Asimismo, lanzará un programa de recompra de acciones de 400 millones de libras (479,9 millones de euros).
En cuanto a las previsiones, la compañía ha sostenido que afronta el año fiscal 2025 con «buen impulso» gracias a una «sólida ejecución estratégica». En consecuencia, prevé que el crecimiento orgánico de los ingresos sea, al menos, del 9%.