La actividad económica de Brasil registró una sorpresiva caída en el pasado mes de octubre, a pesar de haber salido de la recesión en el tercer trimestre de este año.
Datos publicados por el Banco Central de Brasil señalan que el índice de actividad económica IBC-Br descendió en octubre un 0,26% intermensual en términos desestacionalizados.
El mercado esperaba un incremento del 0,20%, según la media de las estimaciones de nueve analistas consultados en un sondeo por parte de la agencia Reuters.
El índice IBC-Br, una medición de la actividad en los sectores agrícola, industrial y de servicios, registró una bajada no ajustada por estacionalidad del 1,18% con respecto al mismo mes del año anterior.
Desde el año 2011, la economía de Brasil se ha caracterizado por su debilidad. La demanda global de las materias primas del país latinoamericano se ha paralizado, la inflación se ha mantenido al alza, y la confianza de los inversores ha empeorado ante las constantes intervenciones del Gobierno local en el sector privado.
La presidenta dbrasileña, Dilma Rousseff, después de ganar la reelección este año por un estrecho margen, ha prometido que va a limitar el gasto público para poder controlar mejor la inflación, y recuperar la confianza de los inversores.
Sin embargo, los analistas consideran que una reducción en el gasto público podría desacelerar aún más una economía de Brasil que entró brevemente en recesión en la primera mitad de este año.