Las solicitudes netas de fondos de la banca española al Banco Central Europeo (BCE) han disminuido un 7,1% en el pasado julio respecto a junio, sumando 160.694 millones de euros, y un 35,2% respecto a julio de 2013, con lo que se encadenan dos meses consecutivos de descensos, tras el incremento de mayo.
En el quinto mes del año, las peticiones de la banca española al BCE aumentaron en tasa intermensual, algo que no ocurría desde agosto de 2012. Según los datos publicados este jueves por el Banco de España, las entidades financieras solicitaron en julio al BCE 12.394 millones de euros menos que un mes antes.
La apelación de las entidades españolas al BCE se mantiene estable en torno al 30% -el 31,6% en julio-, por encima del 29,7% de junio.
Las solicitudes de liquidez de la banca española al BCE alcanzaron un máximo de 388.736 millones de euros precisamente en agosto de 2012, y se han ido reduciendo desde entonces, sobre todo, después de que la Unión Europea (UE) pusiera a disposición de la banca española una ayuda de hasta 100.000 millones de euros, de la que solamente se utilizaron unos 40.000.
Pero el pasado 5 de junio el BCE bajó los tipos de interés en la eurozona al mínimo histórico del 0,15% y adoptó además otras medidas de estímulo económico para reactivar la economía, entre las que figuraba la penalización a los depósitos que los bancos efectúan en el organismo.
En concreto, redujo en 10 puntos básicos la facilidad de depósito por la que remunera el dinero, hasta el -0,1%, para animar a los bancos a prestar dinero y reactivar así el crédito, ya que a las entidades financieras ya no les resultaba tan rentable depositar fondos en la caja del BCE.
El conjunto de los bancos europeos observó en julio la misma tendencia que las entidades españolas, ya que pidieron al BCE 507.639 millones de euros, el 29% menos que un año antes y un 12,6% menos que en junio, -73.788 millones de euros menos.
Según los datos de las instituciones financieras monetarias de la eurozona, las solicitudes al BCE de la banca española rebasan el triple del peso que ésta tiene –en base a sus activos y pasivos- dentro de la banca europea, que es del 10%, sin contar con los bancos centrales.