Bankia asegura no estar preocupada por la decisión que tomará la Comisión Europea (CE) en relación a la supuesta legalidad de los avales otorgados a la banca española durante la crisis financiera.
El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, ha señalado que los activos fiscales diferidos de la banca, conocidos como DTAs, computan como capital, aunque el asunto es si finalmente se consideran como ayudas de Estado y las consecuencias que eso pueda tener al ser incompatibles con la legislación comunitaria.
A pesar de las investigaciones que se han puesto en marcha, el CEO de Bankia afirma que la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri está tranquila, ya que considera que la reforma realizada por el Gobierno en el año 2013 cumple con todas las condiciones necesarias para no ser calificadas como ayudas de Estado.
Siguiendo este razonamiento Sevilla afirma que “el Banco Central Europeo (BCE) ya ha fijado los objetivos de capital para 2015. Los de 2016 se harán a finales de año. De aquí a entonces el tema estará aclarado y centrado”.
Al ser cuestionado en relación a si este tema puede estar motivado a un asunto político que económico, Sevilla opina que efectivamente sí puede estar sugestionado por un componente más bien político. Existen países como España, que se encuentran más afectados por créditos fiscales, debido a que existe una normativa de capital unificada para todos los bancos, pero no una fiscal.
De esta forma, el CEO de Bankia considera que “los criterios fiscales que se utilizan en otros países como Alemania, a la hora de reconocer los créditos fiscales son diferentes a España o Italia”, motivo por el cual considera que el debate a mediano plazo debería estar enfocado en cómo unificar la normativa fiscal para asegurar que las entidades financieras tengan una sola normativa para todas.