El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha mejorado la previsión de crecimiento de América Latina y el Caribe hasta el 1,2% en su edición de las Perspectivas de la Economía Mundial.
El FMI ha explicado en su reporte que “la demanda doméstica continúa con un desempeño inferior en gran parte (…) de la región y algunos factores idiosincráticos juegan un papel clave en configurar panoramas sustancialmente diferentes a lo largo de los países”.
La estimación de crecimiento de Brasil ha mejorado por el impulso de las buenas cosechas y un alza del consumo. No obstante, el FMI ha elevado ligeramente el cálculo para el país sudamericano en 2018, porque existe una debilidad en la inversión y una creciente incertidumbre política.
En este sentido, ha señalado que “en Brasil, abordar los mandatos insostenibles del gasto, incluyendo la reforma del sistema de pensiones, es una importancia de primer orden para restaurar una confianza más fuerte y alentar el crecimiento sostenido de la inversión privada”.
Por otro lado, en el caso de México “la estrategia de consolidación fiscal gradual continúa siendo apropiada, dada la resistencia de la economía y la conveniencia de poner a la deuda pública en una tendencia descendente”.
Con respecto a Argentina, el FMI ha indicado que “el crecimiento seguiría en un 2,5% en 2018 en la medida que la demanda privada doméstica continúe mejorando gradualmente en un contexto de parámetros de política macroeconómica ajustada – tasas de interés altas (…) y el inicio de la consolidación fiscal”.
En su informe, el FMI se ha mostrado más optimista para Chile y Colombia, alentados por los recortes de tasas de interés y una reforma impositiva favorable para la inversión. El punto más débil de la región será Venezuela, porque se prevé una inflación de más de 2.000%.