Asimismo, la compañía ingresó 4.343 millones de euros en 2023, lo que supone un aumento del 12,8% en relación con los 3.851 millones de euros de 2022.
En concreto, el segmento de transporte y defensa facturó 1.576 millones de euros, lo que supone un aumento del 18,1% respecto a los 1.335 millones de euros de 2022, mientras que la filial tecnológica del consorcio Minsait ganó 2.767 millones de euros (9,9% el año pasado).
Por mercados, España representó el 50% de la facturación de la compañía, mientras que América supuso el 21%, Europa el 19%, y la región Asia, Oriente Medio y África el 10%.
«Durante 2023 los ámbitos de Defensa y Tecnología han continuado creciendo y nosotros hemos realizado un importante esfuerzo de mejora continua en el trabajo que realizamos para nuestros clientes. Creemos que tenemos un gran punto de partida para nuestro nuevo ‘Plan Estratégico‘ (que se presentará el próximo 6 de marzo)», ha destacado el presidente de Indra, Marc Murtra.
Asimismo, la firma tecnológica y de defensa registró un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 446 millones de euros, un 11,5% más que los 400 millones de euros del ejercicio precedente, mientras que el beneficio operativo (Ebit) se situó en 347 millones de euros, un 15,6% más en términos interanuales. De este modo, el margen Ebitda de Indra se situó en el 10,27% en 2023, frente al del 10,39% obtenido en 2022.
Por otro lado, el flujo de caja libre de Indra se situó en 312 millones de euros, un 23,3% superior a los 253 millones de euros de 2022.
«El crecimiento se explica principalmente por la mayor rentabilidad operativa, la mejora de la variación de capital circulante y el mayor cobro por subvenciones», ha argumentado la firma tecnológica y de defensa.
La deuda neta de Indra se situó en 107 millones al cierre de 2023, lo que supone un aumento de más del doble (+148,8%) en comparación con los 43 millones de euros de 2022.
Esto se debe, según la compañía, a la partida de inversiones financieras (284 millones relativos a los pagos por adquisiciones), el abono del dividendo en julio de 2023 (44 millones de euros) y a la la adquisición de acciones propias (33 millones de euros) para cubrir la «futura entrega de acciones del sistema de retribución de medio plazo 2021-2023».
En cuanto al dividendo, el consejo de administración de Indra acordó proponer a la próxima junta general de accionistas la distribución de un dividendo en efectivo de 0,25 euros brutos por acción con cargo a los beneficios del ejercicio 2023 y a abonar el 11 de julio de 2024.
Previsiones para 2024
Las previsiones de Indra para 2024 apuntan a un objetivo de ingresos de alrededor de 4.650 millones de euros –en moneda local–, lo que supone un 7% más que los 4.343 millones de euros del último ejercicio.
Asimismo, prevé cerrar este año con un Ebit de en torno a 400 millones de euros, es decir, un 15,3% más que los 347 millones de euros de 2023.
Sin embargo, las estimaciones de la compañía para este año pasan por una reducción del flujo de caja libre hasta los 250 millones de euros, lo que supondría un 19,9% menos que los 312 millones de euros de 2023.
En este contexto, la compañía presentará el próximo 6 de marzo su plan estratégico para los próximos años.