La compañía farmacéutica francesa Sanofi obtuvo un beneficio neto operativo de 4.306 millones de euros en el conjunto de 2018, lo que equivale a una reducción del 48,8% en comparación con el ejercicio precedente, según ha indicado la firma.
Durante 2017, la compañía gala contabilizó unos ingresos extraordinarios de 4.643 millones de euros como resultado de la desinversión en el negocio de productos dedicados al cuidado de los animales. Sin tener en cuenta esa distorsión, el beneficio neto de la compañía en 2018 fue un 13,6% mayor, hasta 4.423 millones de euros
La facturación entre enero y diciembre descendió un 1,7%, hasta situarse en 34.463 millones de euros. Por segmentos de negocio, la división de productos farmacéuticos contribuyó con 24.685 millones de euros, un 1,9% menos. En segundo lugar se situó la división de vacunas, que avanzó un 0,3%, hasta 5.118 millones de euros. De su lado, la facturación procedente de los productos sanitarios de consumo cayó un 2,9%, hasta 4.660 millones de euros.
Respecto de los gastos, los costes de venta y generales descendieron un 2,1%, hasta 9.859 millones de euros, mientras que el gasto en investigación y desarrollo creció un 7,7%, hasta 5.984 millones de euros. Sanofi observó un crecimiento en los gastos de amortización de activos intangibles hasta 2.170 millones de euros, un 16,3% más, mientras que los costes de reestructuración se multiplicaron por dos, hasta los 1.480 millones de euros.
«A medida que nos adentramos en 2019, nuestra atención sigue centrada en cumplir con nuestras prioridades de negocio y transformar Sanofi para hacer frente a las dinámicas de nuestra industria», ha apostillado el consejero delegado de la firma, Olivier Brandicourt.
De esta forma, la compañía cerró el cuarto trimestre del año con un beneficio neto atribuido de 254 millones de euros, el doble en comparación con el mismo periodo de 2017, tras un aumento de la facturación neta del 3,5%, hasta 8.997 millones de euros.
Días atrás, la compañía farmacéutica aseguró que informó en todo momento a las agencias estatales, con independencia del país, de todas las cuestiones relativas a la seguridad de veraliprida gracias a la información obtenida de la actividad de farmacovigilancia, por lo que ha reiterado que «en ningún momento se ha ocultado ningún tipo de información relacionada con veraliprida».
Así lo ha explicado Sanofi en el marco del juicio contra Agregal que comenzó en Valencia y después de que los peritos de la defensa de las siete mujeres que han demandado a Sanofi-Aventis por los supuestos daños provocados por el fármaco acusaran a la farmacéutica de «ser muy consciente de los riesgos de reacciones adversas, incluidas las psiquiátricas que tenía el consumo reiterado del medicamento».