Carlos San Basilio, el candidato propuesto por el Consejo de Ministros para presidir la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), considera «razonable» la decisión del organismo de esperar a la conclusión de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) para aprobar el folleto de la OPA de BBVA sobre Banco Sabadell.
En su comparecencia en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados para evaluar la idoneidad de su candidatura como presidente de la CNMV y la de Paloma Marín como vicepresidenta del supervisor, San Basilio ha señalado que actualmente «no está condiciones» de opinar sobre operaciones como la de la OPA sobre Banco Sabadell y el desestimiento de Brookfield de adquirir Grifols.
Sin embargo, sí ha afirmado que la decisión de que la CNMV espere a que concluya la fase 2 del análisis que la CNMC está haciendo de la OPA de BBVA le parece «razonable» para conocer con más detalles las condiciones finales, teniendo en cuenta que se trata de una operación de canje de acciones.
Ha afirmado, además, su compromiso de actuar con la «máxima independencia» siguiendo los criterios de la CNMV y de su marco regulatorio, al tiempo que ha trasladado su intención de colaborar todo lo que pueda con la Comisión de Economía del Congreso, como han hecho sus predecesores en el cargo.
«Me parece fundamental la colaboración desde el punto de vista de transparencia, compartir inquietudes y también agilizar el proceso legislativo», ha dicho.
San Basilio ha señalado que la colaboración con el Parlamento es «fundamental» desde un punto de vista de transparencia y para agilizar las iniciativas legislativas que vayan encaminadas a mejorar la protección del inversor minorista y la canalización de recursos a emprendedores.
También ha defendido el proyecto de creación de la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero al afirmar que «tiene sentido» el reforzar las vías de reclamación de los clientes con un mecanismo extrajudicial, si bien ha pedido que esto no se solape con los actuales mecanismos ni supervisores, al tiempo que ha recalcado que la protección del inversor minorista seguirá siendo una labor de la CNMV.
Por su parte, la candidata a vicepresidenta de la CNMV, Paloma Marín, ha destacado al respecto que si, finalmente sale adelante el nuevo organismo, su mayor preocupación será «asegurar una coordinación excelente» entre todas las autoridades de supervisión debido a su capacidad de generar «doctrina de conducta».
Por último, entre otras cuestiones, ha defendido la labor que la CNMV ha realizado hasta ahora para alertar del riesgo de invertir en criptoactivos y ha señalado que no prevé una «avalancha» de instituciones que se inscriban para ser activas en el mercado de ‘criptos’, a raíz de la legislación europea MiCA –cuya entrada en vigor se producirá a finales de este 2024–, sino que se tratará de una «digestión controlada» de estas instituciones.
En este sentido, Marín ha afirmado que la CNMV continuará con su «vigilancia estrecha» respecto a la evolución del mercado de criptoactivos, y ante la posibilidad de que sea necesario efectuar ajustes.