Standard & Poor’s (S&P) ha confirmado el rating de Chipre en “B+” y ha mejorado su perspectiva de “estable” a “positiva”, gracias a una reducción de la deuda pública mucho “más rápida de la esperada” ante unas perspectivas de crecimiento económico menos adversas.
La agencia de calificación crediticia ha destacado en un comunicado que aunque las perspectivas económicas de Chipre son inciertas, la consolidación presupuestaria se ha establecido mucho más rápido de lo previsto, lo que ha traído como consecuencia un descenso considerable en el ratio de deuda si se compara con el PIB del pasado año 2014.
En este sentido, S&P ha decidido mejorar su previsión de ratio de deuda de Chipre para el periodo comprendido entre el año 2015 y el año 2017, cuando se situará de media en el 91,8% del PIB, frente a su anterior estimación del 103,4% del PIB.
El comunicado de S&P señala que “creemos que la economía chipriota tocará fondo en 2015 para fortalecerse de forma lenta gracias a un resistente sector de servicios empresariales, a un sólido sector turístico y a una gradual recuperación del consumo privado”.
Sin embargo, S&P prevé que no habrá un crecimiento de la inversión en Chipre debido al proceso de desapalancamiento de los bancos nacionales.
La agencia de calificación crediticia ha explicado que su perspectiva “positiva” se refiere a la posibilidad de que eleve el rating de Chipre en los próximos doce meses si se materializa la consolidación presupuestaria en línea con sus expectativas, además de producirse una estabilización de su sector financiero.