El Gobierno ha decidido subir del 5% al 10% la tasa del IVA aplicada a la electricidad durante todo el año 2024. Se trata de un aumento que, en cualquier caso, sigue lejos del 21% en el que situaba antes de la crisis energética. El resto de impuestos energéticos también se irán recuperando de forma paulatina. El gravamen sobre el gas será del 10% hasta primavera, para luego aumentar. Aunque en su discurso el Ejecutivo señaló que dicha rebaja terminaría en febrero, desde Moncloa han precisado que la rebaja estará vigente en el primer trimestre del año, por lo que volvería a la normalidad en abril.
El Impuesto Especial sobre la Electricidad (IEE), que se mantenía hasta ahora en el 0,5%, irá subiendo hasta alcanzar la normalidad en la segunda mitad del año. De enero a marzo quedará fijado en el 2,5%, de abril a junio pasará al 3,8%, y posteriormente alcanzará el 5,1% en el que estaba fijado antes de que el Gobierno impulsara el paquete anticrisis. El Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica (IVPEE) también subirá de manera paulatina. Hasta marzo tendrá un tipo del 3,5%; luego subirá al 5,2% hasta junio y posteriormente alcanzará el 7% previo a la crisis.
Además se mantendrá la rebaja del IVA para los alimentos básicos. Así, tal y como adelantó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, seguirán con una tasa del 0% los alimentos de primera necesidad como leche, pan, huevos, queso, legumbres o verduras y con el 5% otros como el aceite o la pasta. Se mantendrán como hasta ahora las ayudas al transporte público, lo que significa que Renfe Media Distancia y Cercanías será gratuito y que el Estado subvencionará un 30% del precio del resto de los servicios, a lo que habrá que sumar el descuento del 20% que asuman las autonomías.
Aunque se prorrogará por un año los gravámenes extraordinarios a la banca y energéticas, se permitirá que a partir del 1 de enero estas empresas se puedan deducir las inversiones estratégicas relacionadas con la transición verde e incluya un compromiso de revisión en el 2024 como figura de carácter permanente.
Más allá de las medidas fiscales, se prolongará la suspensión de los desahucios y lanzamientos para hogares vulnerables, incluidos aquellos hogares afectados por procedimientos de lanzamiento de vivienda habitual, que no se deriven de contratos de arrendamiento, cuando existan personas dependientes, víctimas de violencia sobre la mujer o menores de edad a cargo. También continuará la ampliación de las medidas referentes al ámbito laboral, la imposibilidad de suspender los suministros básicos o la ampliación de los descuentos correspondientes al Bono Social Eléctrico.
Se mantienen los límites aplicados al crecimiento de la tarifa de último recurso de gas (TUR), que impiden un incremento de coste de la materia prima por encima del 15%, limitando la subida trimestral aproximadamente al 5%, así como la existencia de la TUR vecinal, al que pueden acogerse las comunidades de propietarios con calefacción central de gas natural. Igualmente, el precio máximo que podrá alcanzar el butano seguirá establecido en 19,55 euros por bombona.
Por otra parte, el mandatario ha anunciado la eliminación de las comisiones o compensaciones bancarias por amortización anticipada de créditos a tipo variable, así como las comisiones por la retirada de efectivo en ventanilla para las personas mayores o con discapacidad. Otra de las grandes novedades es la cesión de la gestión del Ingreso Mínimo Vital (IMV) a las comunidades autónomas con régimen común que lo soliciten, algo que ya ocurre con el País Vasco y Navarra.