El nuevo banco de los BRICS ha otorgado sus primeros préstamos, por un monto total de 811 millones de dólares (716 millones de euros).
El Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), inaugurado en febrero de 2016 en Shanghái, fue lanzado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica como “una alternativa al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial dominados por Estados Unidos”.
China fue el principal impulsor del NDB, dotado de un capital de 100.000 millones de dólares (88.430 millones de euros).
El primer conjunto de préstamos aprobados por el banco tiene como factor común las energías renovables. Algunos de estos proyectos se encuentran en Brasil, India, China y Sudáfrica, de acuerdo a algunos detalles aportados por un responsable del banco a la agencia de noticias francesa AFP.
El portavoz del NDB ha señalado en un correo electrónico que “hay muchos otros proyectos en preparación, entre ellos algunos rusos. Están en diferentes fases de estudio o de evaluación”.
La entidad, que tiene como principal objetivo el financiamiento de grandes obras de infraestructura, está buscando fortalecer la cooperación financiera entre los BRICS, países que en conjunto engloban el 40% de la población mundial y el quinto PIB del planeta.
La instalación del NDB en Shanghái se produjo en la estela del establecimiento en Pekín del AIIB (Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras), inaugurado el pasado enero.
La semana pasada, el AIIB y el Banco Mundial establecieron una serie de acuerdos para financiar de manera conjunta varios proyectos, dejando a un lado el nerviosismo que existía por la creación de una posible rivalidad entre ambos organismos.