Francois Hollande, presidente de Francia , ha reconocido que el déficit francés será del 3,7% al cierre del ejercicio, y no se logrará alcanzar el 3,5% pactado con Bruselas.
El país galo, que registró un déficit presupuestario del 5,2% en 2011, que logró reducir al 4,5% el año pasado, había acordado con Bruselas corregir este desequilibrio fiscal hasta el 3% en 2013 y cumplir así con los límites contemplados en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
«El déficit seguramente será del 3,7% en 2013, incluso si tratamos de paliarlo», admitió el inquilino del Elíseo en un discurso televisado desde la ciudad francesa de Dijon, reconociendo así por primera vez públicamente que Francia no cumplirá el objetivo fijado ante el empeoramiento de sus perspectivas macroeconómicas.
«En dos años habremos logrado una recuperación estructural inédita por su considerable magnitud», indicó Hollande al subrayar que «la buena estrategia económica pasa por esta trayectoria (de reducción del déficit), pero sin dañar al crecimiento de la economía».
A este respecto, el presidente galo subrayó la importancia de encontrar «la dosis correcta de austeridad y de apoyo al crecimiento», después de que la economía francesa sufriera en el cuarto trimestre del 2012 una contracción del 0,3%, dejando al país galo al borde de la recesión.
El pasado mes de febrero, la Comisión Europea pronosticó que Francia crecerá, en el mejor de los casos, un 0,1% del PIB, mientras que su déficit se situará en el 3,7%.
Olli Rehn, vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, informó asimismo en febrero que se daría a Francia una prórroga hasta 2014 para corregir su déficit, a cambio de que potenciara las reformas que tiene en marcha, incluida la de las pensiones.