La economía francesa, que el pasado año sufrió una recesión del 8,2 % a causa de la crisis del coronavirus, recuperará en 2021 un 5,5 %, según el Banco de Francia, que ha revisado al alza las previsiones macroeconómicas que había presentado en diciembre.
En un informe publicado este martes, el Banco de Francia hizo notar, además, que esa nueva previsión parte de unas suposiciones «prudentes», ya que no espera el levantamiento de las restricciones actualmente en vigor hasta el segundo semestre.
La razón de la corrección al alza de sus expectativas tiene que ver, sobre todo, con el hecho de que los resultados en el último trimestre de 2020 fueron menos malos de lo que se temía en diciembre, cuando anticipó un alza del producto interior bruto (PIB) del 5 % en 2021.
A diferencia de lo que habían contemplado en diciembre, el PIB en Francia no debería caer ni siquiera en su escenario negativo, sino que en ese caso el ascenso se limitaría al 3 %.
Las nuevas previsiones de este año se acercan a las del Gobierno, que espera un crecimiento del 6 %, y de la OCDE, que anticipa un 5,9 %.
El Banco de Francia calcula que la actividad económica progresará un 4 % en 2022 (en lugar del 4,5 % previsto en diciembre) y un 2 % en 2023.
Si se cumplen sus proyecciones, la economía francesa volverá a situarse al nivel de actividad que tenía a finales de 2019, antes de que estallara la crisis, en el segundo trimestre de 2022.
La evolución de la tasa de paro debería ser también más favorable de la que la que la entidad evaluaba en el último mes del pasado año: en 2021 se situará en el 8,9 %, lejos del pico del 10,5 % que había temido. El nivel de desempleo subirá al 9,3 % en 2020, para caer de nuevo al 9 % en 2023.