El Banco Central Europeo (BCE) ha pedido a las entidades financieras que “adopten una postura prudente y prospectiva” en sus políticas de remuneración y reparto de dividendos.
Tras publicar los resultados de su segundo Proceso de Revisión y Evaluación Supervisora (PRES), el BCE ha destacado que los bancos deben ser prudentes en sus remuneraciones y dividendos para poder cumplir todos sus requisitos de capital.
La demanda agregada de capital para el próximo 2017 de las entidades de crédito supervisadas es comparable a la de este 2016, situada en promedio al 10% del capital de nivel 1 ordinario (CET1).
El CET1 es el capital de máxima calidad de una entidad de crédito, está conformado por acciones ordinarias y mide la solidez del capital de una entidad.
Danièle Nouy, presidenta del consejo de Supervisión del BCE, ha señalado que “este ciclo de revisiones supervisoras muestra que la supervisión bancaria europea está haciendo que nuestros bancos sean más seguros”.
El BCE no sólo ha establecido los requisitos de capital, sino que ha impuesto una serie de medidas de liquidez cuando los bancos tenían una dependencia de la financiación mayorista a corto plazo o gestionaban de forma inadecuada los riesgos asociados a la gestión de garantías.
Las medidas de liquidez incluidas requerían a las entidades ratios de cobertura de liquidez superiores al mínimo regulatorio y, en algunos casos, imponían cantidades mínimas específicas de activos líquidos.
Por otro lado, el BCE también impuso medidas cualitativas para compensar las debilidades de gobernanza.