Moody’s ha rebajado la perspectiva del rating de la banca española, de ‘positiva’ hasta ‘estable’, debido al freno en el ritmo de reducción de los activos morosos por parte de las entidades financieras.
Los bancos españoles ven alejarse la opción de una subida de rating sobre el conjunto del sector. Una de las tres grandes agencias de calificación crediticia ha revisado a la baja su perspectiva de rating, al situarla en ‘estable’. Hasta el día de hoy la firma mantenía una perspectiva ‘positiva’, el paso previo a una eventual subida de rating.
Esta rebaja es consecuencia del freno en el ritmo de reducción de los activos morosos por parte de los bancos de España.
La agencia prevé que las desinversiones este año serán inferiores a las de 2018, cuando las entidades aceleraron el saneamiento de sus balances. Las ventas de activos morosos este año son «más pequeñas y menos frecuentes».
En el informe de Moody’s se aprecia que el freno en el ritmo de reducción de los activos morosos es prácticamente la única novedad. La agencia ha reconocido que «esperamos que otras variables crediticias del sector como el capital, la financiación, la liquidez y la rentabilidad continúen prácticamente sin cambio».
Moody’s ha destacado que el sector bancario de España sigue contando con un contexto macroeconómico favorable y que el «sólido crecimiento» de la economía española, uno de los más elevados de Europa, supone un respaldo para el sector.
Sin embargo, ha advertido sobre el previsible freno en el crecimiento hacia tasas inferiores al 2%, desde el 2,6% contabilizado al cierre de 2018.
La agencia de calificación «incide en la estabilidad prevista en las condiciones de financiación y liquidez, y amplía esta estabilidad a la rentabilidad del sector, anclada en niveles modestos debido en gran parte a la continuidad de las políticas de tipos cero del BCE«.
En este sentido, Moody’s ha señalado que el repunte en las comisiones va a ayudar a contener las presiones bajistas sobre los beneficios del sector.