La tasa de inflación de Reino Unido se situó el pasado mes de julio en el 2,8%, lo que supone un descenso de una décima respecto al mes anterior, informó la Oficina Nacional de Estadística (ONS).
Los principales factores que explican este descenso corresponden a las tarifas aéreas, las variaciones en el precio del ocio y la cultura, así como en el segmento de moda y calzado.
Por su parte, el encarecimiento del precio de la gasolina y el diesel contribuyeron a paliar en parte el impacto de estos descensos en el dato definitivo de inflación.