El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, considera que las fusiones en la banca mediana son una opción para hacer frente a los retos regulatorios del sector.
Estas declaraciones por parte del responsable de la autoridad monetaria nacional coinciden con la confirmación de Unicaja y Liberbank a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) del inicio de conversaciones para una posible fusión.
Esta integración daría como resultado a la sexta entidad por activos en España, con un aproximado de 96.000 millones de euros. El banco combinado llegaría a controlar aproximadamente el 4% de la cuota de mercado.
La adaptación de los bancos a los elementos de la reforma regulatoria internacional supone mayores requisitos de recursos propios y activos líquidos y otros derivados de la nueva normativa de resolución.
El propósito de esta regulación es el de elevar la capacidad de resistencia de los sistemas bancarios ante las posibles perturbaciones adversas y, en caso de resolución, minimizar el coste para los contribuyentes, con el fin de reducir la probabilidad de futuras crisis financieras y, en caso de producirse, disminuir su impacto sobre la sociedad.
La primera fase de las reformas, acordada entre los años 2010 y 2011, se centró en reforzar la cantidad y calidad de capital de los bancos e introducir nuevos requisitos de liquidez y límites a la concentración crediticia. Estos requisitos serán efectivos en su práctica totalidad a finales de 2019.
En diciembre del año 2017, culminó la segunda fase de las reformas en el marco de Basilea III, que introdujo, fundamentalmente, una mejora de los métodos estándar de cálculo del riesgo de crédito y operacional, restricciones al uso de modelos internos y la introducción de ajustes en la ratio de apalancamiento. Se tiene previsto que estos desarrollos se apliquen de forma escalonada en dos fases, finalizando en el año 2027.