El Banco Mundial ha rebajado sus estimaciones de crecimiento para Asia Oriental y el Pacífico, tanto para este año como para 2016, además de alertar que el futuro se ve complicado por el riesgo de una desaceleración en China y las posibles consecuencias del incremento de tipos de interés en Estados Unidos.
El organismo espera que la región de Asia Oriental y el Pacífico (conocido como EAP, por sus siglas en inglés), que incluye a China, logre un crecimiento en su economía del 6,5% para 2015 y un 6,4% el año que viene, en comparación al crecimiento alcanzando de un 6,8% el año anterior.
La estimación previa realizada en el mes de abril era de un crecimiento del 6,7% para este año y el que viene.
El Banco Mundial ha señalado en su informe de Actualización Económica para Asia Oriental y el Pacífico que “el escenario base para el crecimiento regional está sujeto a un grado de incertidumbre mayor que lo habitual, y los riesgos son ponderados a la baja”.
También ha indicado “en particular, la incertidumbre rodea a la trayectoria de, y los efectos secundarios ligados a, el reequilibrio económico de China y la normalización esperada de la política de tipos de interés en Estados Unidos”.
El Banco Mundial ha destacado que las revisiones a la baja de las previsiones regionales de crecimiento indican una desaceleración moderada de la economía del gigante asiático, que se prevé que crezca un 6,9% este año y para el 2016 un 6,7%. Anteriormente la previsión era que China tuviera un crecimiento del 7,1% en 2015 y un 7% el año próximo.
Se prevé que el crecimiento de la región en vías de desarrollo de Asia Oriental, excluyendo a China, se mantenga estable en 2015 en torno al 4,6% antes de incrementarse hasta un 4,9% en 2016.
Estos pronósticos fueron rebajados desde las previsiones anteriores de un incremento del 5,1% para 2015, y del 5,4% para el año que viene.