El IPC de China alcanzó en julio el 2,7%, nivel similar al registrado en junio y el más alto desde febrero, aunque por debajo del límite máximo del 3,5% manejado por Pekín en sus perspectivas económicas, que contemplan un crecimiento del 7,5% del PIB chino en 2013, la menor expansión desde 1.990.
En concreto, los precios en los núcleos urbanos registraron en julio un alza del 2,6%, mientras que en las áreas rurales subieron un 2,9%, informó el Buró Nacional de Estadísticas de China.
Asimismo, los precios de los alimentos experimentaron en julio una subida interanual del 5%, mientras que los de los productos no alimentarios se encarecieron un 1,6%.
Por su parte, los precios de producción industrial de China registraron en julio un descenso interanual del 2,3%, cuatro décimas menos del descenso registrado en junio.