Bruno Le Maire, ministro francés de Economía, ha anunciado su intención de defender ante sus socios del G7 el sistema europeo de regulación del sistema bancario, que a su parecer ha mostrado su eficacia y solidez durante la crisis que ha vivido el sector en los últimos meses.
Le Maire, que presentaba a la prensa sus prioridades para las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) durante esta semana en Washington, señaló que la estabilidad del sistema financiero está en la agenda de las próximas reuniones del G7.
«Voy a recordar simplemente que el sistema de supervisión europeo, que ha sido tan criticado, ha demostrado su solidez», señaló.
Hizo referencia a las críticas que se han emitido por el hecho de que las entidades europeas tienen que cumplir una serie de reglas, por ejemplo, en términos de liquidez, que pueden limitar su margen de maniobra en algunos negocios, pero que prueban su trascendencia en momentos de crisis.
Se refirió al hecho de que sólo 14 grandes bancos estadounidenses están sometidos a la regulación conocida como Basilea III, cuando en Europa hay varios cientos que tienen que ajustarse: «Es lo que da la fuerza y la estabilidad al sistema financiero europeo».
La estabilidad financiera volvió al centro de la actualidad económica este invierno con los episodios de tensión que se sufrieron con la quiebra en Estados Unidos del Silicon Valley Bank y el rescate forzado de Crédit Suisse por el otro gran banco de Suiza, UBS.
El ministro francés avanzó algunas de las que serán sus posiciones en las reuniones del FMI y del BM, en particular la idea de que «los países desarrollados deben luchar contra el riesgo de gran divergencia» económica de los más pobres, que están sufriendo con mayor virulencia la ralentización económica y la inflación.
Reiteró su propuesta de utilizar las reservas del FMI para vender «una pequeña parte», lo que podría permitir dar más préstamos a los países pobres.
También quiere que los bancos de desarrollo hagan más préstamos y utilicen su capital para aumentar el volumen de créditos, se involucren en proyectos colectivos, no cada uno por su cuenta, y trabajen para movilizar fondos privados.
Esos asuntos estarán en el centro de la cumbre que Francia organiza en París el 22 y el 23 de junio para reformar la estructura financiera internacional.
Para preparar esa cumbre, que prestará una atención particular a la financiación de las consecuencias del cambio climático, Le Maire se entrevistará en Washington con el presidente de la COP28, el sultán Ahmed Al Jaber, ministro de los Emiratos Árabes Unidos, que organizará la próxima gran conferencia a finales de año.