Standard & Poor’s (S&P) ha advertido que las estrategias de los bancos europeos para establecer mecanismos e instrumentos que les aporten capacidad para absorber pérdidas y asegurar su solvencia, van a ser considerados a la hora de decidir sus calificaciones.
Una vez que la mayoría de los Estados de la Unión Europea (UE) han adoptado la Directiva de Recuperación y Resolución Bancaria comunitaria, el marco legal que regula la situación de entidades próximas a una situación de inviabilidad, S&P ha puesto el foco en los «detalles prácticos de esta reforma nueva y sustancial».
Uno de los aspectos esenciales de la normativa es asegurar que los bancos con problemas pueden ser desmantelados, o bien reflotados, sin amenazar la estabilidad financiera de los países y sin requerir inyecciones de fondos públicos.
La regulación obliga a establecer un colchón de deuda con capacidad para absorber pérdidas conocido como requisitos mínimos de fondos propios y pasivos elegibles (MREL), una medida con especial relevancia para los bancos con importancia sistémica.
Si bien los pormenores sobre los instrumentos que computarán para ese colchón y sus características todavía no se han publicado en todos los Estados europeos, Standard & Poor’s adelanta que algunas de las mayores entidades comunitarias seguirán «aproximaciones divergentes» para cumplir con la regulación.