José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, podría dejar la presidencia de la entidad a la que accedió hace unas semanas si el gobierno reduce sustancialmente las ayudas de 23.465 millones de euros prometidas, según confirmaron a Expansión fuentes cercanas al banco.
El nuevo equipo gestor de Bankia considera que los 19.000 millones de euros que ha pedido al Gobierno para sanear sus cuentas son el resultado de un trabajo riguroso y que se trata de una cifra impecable calculada por sus expertos, con la colaboración de Goldman Sachs. Fuentes del entorno de Goirigolzarri apuntan que el presidente de Bankia se tomaría como una desautorización personal la reducción de esta cifra y optaría por dejar el banco y dar paso a otro equipo.
La amenaza de Goirigolzarri sale a la luz después de que en el sector financiero se barajara la posibilidad de que Bankia recibiera finalmente una cifra inferior, lo que ha sorprendido la directiva de la entidad, que confiaba en la promesa realizada por el Ministro de Economía, Luis de Guindos, de facilitar “el dinero que haga falta” al banco. El pasado 28 de mayo el ministro matizó sus palabras al asegurar que las ayudas a Bankia se decidirían en firme tras conocer el informe de los valoradores.
La matriz de Bankia, Banco Financiero y de Ahorros (BFA), ha encargado a la auditora Ernst & Young valorar los activos del grupo para determinar qué porcentaje del banco quedará en manos del Estado tras ostentaría el Estado tras la transformación en capital del préstamo público por importe de 4.465 millones de euros. Previsiblemente los resultados de esta valoración estarán en línea con las estimaciones del Gobierno, que el 9 de mayo calculó que el estado controlaría una participación del 100% de BFA.