El Banco de España ha publicado un informe sobre la situación del sector europeo del automóvil, en el que advierte del riesgo del Brexit para la industria española.
En el informe, el supervisor asegura que las empresas de automoción tienen que temer más a “los efectos derivados de un Brexit desordenado” o a las perturbaciones en la demanda de automóviles en la UE que a una eventual imposición de aranceles a la importación por parte de Estados Unidos.
Según el Banco de España, esto último afectaría más a las industrias automovilísticas de Alemania y a Italia.
En relación con un aumento en las turbulencias que amenazan al mercado alemán del coche, la entidad que preside Pablo Hernández de Cos cree que el impacto sobre la economía española sería muy reducido, dado que “la rama del automóvil alemán utiliza pocos insumos provenientes de España”.
En el caso de la producción de automóviles fabricados en España, una caída del 10% en su demanda daría lugar a un impacto menor sobre el valor añadido nacional (en torno a –0,15 puntos porcentuales), dado que las importaciones que intervienen en su fabricación son mayores y que el peso del sector en España es inferior al observado en Alemania.
A futuro, el Banco de España dice que el sector se enfrenta a retos adicionales derivados de los cambios en las preferencias de los consumidores (que, por ejemplo, parecen estarse orientando crecientemente hacia el vehículo compartido frente a la propiedad) o de las crecientes restricciones medioambientales (que están ya afectando de forma distinta a cada país productor en función, entre otros factores, del peso de los automóviles diésel en la fabricación total).