Después del segundo consejo de Ministros del gobierno de Mariano Rajoy, la portavoz del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, ha anunciado un aumento temporal de los impuestos para poder recaudar cerca de 6.000 millones de euros. Este nuevo aumento, que tendrá una vigencia de dos años, tendrá un impacto considerable sobre el Impuesto sobre Bienes Inmuebles y el IRPF. De acuerdo a Soraya Sáenz, esto tiene como objetivo el sanear unas cuentas públicas que se encuentran en un estado mucho peor que el descrito por el Ejecutivo anterior, con un déficit «en torno al 8%».
La portavoz del Gobierno también subrayó que el PP «no es partidario de subir los impuestos», pero señaló que la actual situación de desviación del déficit hace necesarias esta serie de medidas «excepcionales y no previstas». Por su parte, el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, recordó que cuando pedían esfuerzos para poder salir de la crisis, entendían que se les iban a pedir también a «quienes más tienen en términos de renta y bienes patrimoniales».
Entre otras cosas, también se anunció que se mantendrá el congelamiento de los salarios de los servidores públicos, mientras que su jornada laboral se elevará hasta las 37,5 horas semanales. También se han reducido en un 20% los fondos que reciben los partidos, organizaciones empresariales y sindicatos. Con ambas medidas se pretenden ahorrar más de 84 millones de euros. Se han eliminado también 30 direcciones generales en la estructura del gobierno.
Estos nuevos recortes vienen acompañados de un plan de recorte del gasto por cerca de 8.900 millones, lo que da un ajuste total de cerca de 15.000 millones. En palabras de Cristóbal Montoro, esto sólo supone el «inicio del inicio» de futuros recortes.