En el pasado julio, las finanzas públicas de Reino Unido registraron su primer superávit en ese mes desde 2012, al ingresar 1.300 millones de libras más (1.820 millones de euros) de los que gastó. Estos datos incluyen el Gobierno central, los locales, el Banco de Inglaterra y las empresas públicas.
Las cifras están por encima de los 1.100 millones que esperaba el consenso del mercado recogido por Bloomberg.
Los ingresos, de 59.100 millones de libras (81.461 millones de euros) fueron un 4% superiores a los del año pasado en el mismo mes, gracias a la buena evolución de ingresos como el IVA, seguros e impuestos a las empresas.
Julio suele ser uno de los mejores meses de recaudación fiscal en Gran Bretaña. Los gastos crecieron un 3%, según datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONS).
Las previsiones del Gobierno conservador inglés pasan por pedir en los mercados cerca de 69.500 millones de libras (95.806 millones de euros) para financiar el déficit para el ejercicio fiscal de abril de 2015 a marzo de 2016, frente a los más de 150.000 millones (206.777 millones de euros) del año 2009-10, el peor de la crisis.
En el primer trimestre del ejercicio actual (abril-junio), el déficit ascendió a 24.000 millones (33.090 millones de euros), un 23% menos que en el mismo periodo de 2014. Los cálculos oficiales apuntan a que Reino Unido no volverá a registrar superávit en un año completo hasta final de la década.
«La recuperación está bien asentada, la recaudación de impuestos sube y hemos reducido a más de la mitad el déficit público», ha afirmado el ministro de Economía, George Osborne, quien ha subrayado que con «una deuda superior al 80%, el trabajo no está hecho».