En medio del agravamiento de la crisis política de Brasil, los analistas del mercado han empeorado nuevamente su previsión del crecimiento de la economía del país en 2016, desde la contracción del 3,54 % calculada hace una semana hasta la caída del 3,60 % prevista ahora.
Los datos que figuran en el Boletín Focus, una publicación semanal del Banco Central de Brasil que incluye una encuesta con un centenar de expertos de entidades financieras del sector privado, precisan que se trata de la novena semana consecutiva en que los economistas consultados semanalmente por el Banco Central elevaron su proyección para la contracción del Producto Interior Bruto (PIB) brasileño en 2016.
Sin embargo, los especialistas han mejorado su previsión para el crecimiento de la economía brasileña en 2017, para cuando esperan una contracción del 0,44 % frente a la bajada del 0,50 % que proyectaban hace una semana.
El pesimismo de los economistas creció en medio de la grave crisis política que vive Brasil, con la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, amenazada por un posible juicio político con fines de destitución en el Congreso.
La crisis se agravó la semana pasada con la decisión de la jefe de Estado de nombrar como su ministro de la Presidencia a su padrino político y antecesor en el cargo, Luiz Inácio Lula da Silva, que está investigado por supuestamente haber recibido favores de las empresas que se beneficiaron con los desvíos en la petrolera estatal Petrobras.
El nombramiento de Lula fue suspendido el viernes por el Tribunal Supremo tras la divulgación de una escucha telefónica de una conversación entre el expresidente y su ahijada política que, según una medida cautelar, dejó claro que tan sólo tenía por objetivo que el exjefe de Estado evitase una posible orden de arresto.
De confirmarse las previsiones de los economistas para 2016, Brasil sufrirá una contracción económica por dos años consecutivos por primera vez desde 1930. En 2015, el PIB brasileño se contrajo un 3,8 %, su peor resultado en los últimos 25 años.