Standard & Poor’s ha mejorado la calificación de riesgo de la economía de Ecuador al pasarla de B a B+, lo que confirma el buen desempeño económico del país, según aseguró hoy el ministro de Finanzas, Fausto Herrera.
Además, señaló que el Fondo Monetario Internacional (FMI), que no había efectuado revisiones a la economía de Ecuador desde 2008, por disposición del Ejecutivo de Quito, emitió en estos días un reporte autorizado en el que destaca los avances en materia financiera y social en el país andino.
«Estos logros reconocidos por un organismo de visión ortodoxa, como es el FMI, coinciden con la mejora de la calificación de riesgo del Ecuador establecida ayer (miércoles) por Standard & Poor’s, de B a B+, la mejor del país por parte de dicha entidad desde que inició a evaluar al país en el 2000», precisó Herrera en un comunicado difundido por su cartera.
En dicha nota, aseguró que «todos estos aspectos no hacen más que ratificar que el Ecuador está encaminado en un manejo económico sano y sostenible».
El FMI, organismo que ha sido fuertemente criticado por el Gobierno de Quito, destaca en su informe que «Ecuador ha logrado un progreso económico y social importante en la última década, que ha derivado en un crecimiento promedio del 4,5% y una disminución gradual de la inflación de alrededor del 3%», según dijo Herrera.
«Esto, sumado a una gran inversión social, realizada por el Gobierno del Presidente Rafael Correa, le ha permitido al país reducir la pobreza y mejorar los indicadores sociales con una tasa de desempleo que ha caído a mínimos históricos, mientras que los salarios reales siguen aumentando», añadió.
Además, aseguró que en el informe del Fondo «se confirma que el sistema financiero nacional está saludable».
Las relaciones entre el FMI y Ecuador se han mantenido distantes desde que en 2008 el Gobierno del presidente Rafael Correa decidiese suspender las revisiones anuales de la economía nacional por parte de la institución internacional, procedimiento habitual con todos sus países miembros.
Correa, un economista de izquierdas, quien ha repetido en numerosas ocasiones sus críticas a las políticas del Banco Mundial y el FMI, ha defendido la buena situación de la economía del país suramericano al margen de las recetas económicas de esas instituciones.