El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha rebajado esta semana sus previsiones de crecimiento económico de México. Concretamente, ha recortado sus estimaciones en una décima para el presente año, hasta el 2,2%, y en tres décimas para 2016, hasta el 2,5%. El organismo destaca la baja producción nacional de petróleo, y una menor demanda de EE.UU. como motivos de la rebaja.
«Una demanda menor de lo esperado por parte de EE.UU. afectó a las exportaciones manufactureras a comienzos de 2015. La caída en la producción nacional continúa siendo un lastre en el crecimiento», señaló el FMI en su revisión anual de la economía mexicana, conocido como artículo IV.
La rebaja de las previsiones se produce apenas un mes después de que el Fondo pronosticase en octubre en su asamblea anual en Lima un crecimiento de México del 2,3% para este año y 2,8% para el próximo.
El FMI ha reconocido que México ha afrontado «un entorno mundial complejo, caracterizado por el incremento en la volatilidad de los mercados financieros globales y la caída de los precios del petróleo».
No obstante, el organismo ha indicado que la economía del país ha continuado su crecimiento «moderado» y «las presiones sobre las salidas de capitales han sido limitadas».
En este contexto, la inflación se ha mantenido cercana a la meta objetivo del 3% anual, y «el traspaso de la depreciación a la inflación ha sido limitado hasta el momento», según el FMI.
Como ha venido haciendo en los últimos años, el FMI ha recalcado los efectos positivos de las reformas estructurales adoptadas por las autoridades mexicanas en materia fiscal, energética y de telecomunicaciones.