El Banco de Inglaterra ha decidido mantener sin cambios los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,5 %, así como continuar con su plan de compra de activos, al que ha destinado 375.000 millones de libras (487.500 millones de euros).
La decisión, esperada por los analistas de Londres, fue tomada de forma unánime (8 a 1) por los miembros del Comité de Política Monetaria del banco al término de una reunión de dos días.
Los tipos de interés se mantienen en el 0,5 % desde marzo de 2009, año en que el país atravesaba una profunda crisis económica.
Los expertos estiman que el emisor inglés mantendrá los tipos sin cambios hasta al menos finales de año.
El organismo considera que la recuperación económica británica aún no está suficientemente afianzada, pues los sectores manufacturero y de la construcción arrojan cifras bajas de producción. Señala además que hay un mayor riesgo para la economía por la desaceleración económica en China.
El Gobierno de Reino Unido rebajó en julio al 2,4 % su previsión de crecimiento económico para 2015, del 2,5 % augurado en marzo, y pronosticó una tendencia al alza para el resto de la década.
En el mes de agosto, la entidad informó que la inflación se mantuvo en el 0% -muy por debajo del objetivo oficial del 2%- y se prevé que siga a la baja por la caída de los precios del petróleo, mientras que el desempleo está en el 5,6%, si bien el pasado julio subió por primera vez en dos años.
Los sueldos de los británicos han empezado a experimentar una cierta recuperación, tras años estancados como consecuencia de la crisis, con un aumento del salario semanal de un 3,2% entre marzo y mayo respecto al mismo periodo del año anterior, el mayor avance desde abril de 2010, según las últimas cifras oficiales.