Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), las ventas del comercio minorista han mantenido una dinámica alcista en el pasado mes de enero, con un crecimiento del 3,3%, encadenando así dieciocho meses de subidas.
El INE resalta que la recuperación del gasto de los hogares ha sido uno de los motores de la reactivación de la economía española en los dos últimos años, tras una fuerte recesión de la que salió a mediados de 2013, aunque los economistas esperan que el consumo empiece a ralentizarse levemente este año.
La tasa anual del Índice General del Comercio Minorista a precios constantes se situó en enero en el 3,3 % en la serie corregida de efectos estacionales y de calendario, y en el 2,0 % en la serie original.
Por ahora, la baja inflación está impulsando los presupuestos de las familias y la mejora en el maltrecho mercado laboral español debería sostener el gasto. El desempleo se mantiene por encima del 20 %, la segunda tasa más alta de Europa, aunque está disminuyendo gradualmente.
«Al final el consumo está relacionado con el empleo. Mientras se siga creando, y el precio de la gasolina baje, hay factores conductivos al consumo», dijo Estefanía Ponte, directora de investigación de BNP Paribas Personal Investors en Madrid.
La variación mensual del Índice General del Comercio Minorista (ICM) a precios constantes entre los meses de enero y diciembre, eliminando los efectos estacionales y de calendario, es del 0,4 %.
Las empresas minoristas habitualmente bajan sus precios en enero debido a las rebajas tras el periodo navideño.
Algunos economistas han advertido de que una prolongada situación de incertidumbre política en España podría acabar afectando la confianza de consumidores y empresas en un momento en el que también crecen las preocupaciones por el crecimiento global.