José María Roldán, el presidente de la Asociación Española de la Banca (AEB), ha comentado que aún no se ha dado por finalizado el ajuste de empleados en el sector bancario, especialmente por el entorno actual de tipos de interés extremadamente bajos, ya que la única forma de mantener el beneficio de las entidades pasa por controlar costes.
El presidente de la AEB ha valorado el proceso de racionalización de redes con reducción de empleados que se llevó a cabo en 2014, y ha advertido que el control de gastos de explotación para salvar el beneficio “seguirá teniendo su importancia”.
Durante su intervención en el curso “El nuevo modelo económico. Lecciones de la crisis”, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en colaboración con la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) y patrocinado por BBVA, Roldán ha explicado que el modelo de la banca de España es presencial y ha defendido la densidad de las oficinas con respecto a países como Holanda.
En este sentido, ha indicado que las oficinas españolas tienen costes por empleados reducidos comparado al resto de países de la Unión Europea, al tiempo que ha advertido del impacto de la transformación tecnológica.
El presidente de la AEB ha destacado que no existe ninguna investigación abierta sobre los activos fiscales diferidos (DTA’s) por parte de la Comisión Europea. Asimismo, ha asegurado que no cree que vaya a ningún sitio este tema y ha recordado que los DTA’s estaban recogidos en el reglamento de Basilea III.