La compañía nipona entró en números rojos porque pese al incremento en la facturación, los gastos operativos alcanzaron los 730.810 millones de yenes (5.844,3 millones de euros), un 26,1% más
La facturación de la firma experimentó un alza del 18,2% en comparación con el primer trimestre de 2019, hasta alcanzar los 331.443 millones de yenes (2.851,5 millones de euros)