Petrobras ha recibido una advertencia de parte de su comité de finanzas para que sumen esfuerzos enérgicos por reducir su deuda o, de lo contrario, se arriesgarán a una rebaja en la calificación crediticia que podría sobrecargar a planes de inversión con mayores costos.
La deuda neta de Petrobras ha registrado un alza de más de 3,5 veces las ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (EBITDA) de la compañía en el 2013, un nivel más de un 40 por ciento por sobre la propia meta de límite de la compañía de 2,5 veces su EBITDA.
El EBITDA es una medición clave de la capacidad de una empresa de generar dinero en efectivo a partir de operaciones para financiar inversiones y pagar deudas.
Los comentarios del comité del directorio de la petrolera estatal brasileña se presentaron en una reunión a finales del mes de febrero, sin embargo, fueron publicados el viernes en un documento presentado ante el regulador brasileño.
A finales del 2013, la empresa registró una deuda de 114.300 millones de dólares (82.039 millones de euros), lo que ubica a Petrobras como la petrolera más endeudada del mundo, según datos de Thomson Reuters.
Los continuos controles gubernamentales al precio de los combustibles y las pérdidas ocasionadas al aumento de las importaciones de gasolina y diésel, han favorecido el incremento de la deuda de la compañía. Esta situación ha despertado la preocupación de que Petrobras pueda tener dificultades para pagar su plan de inversiones a cinco años, estimado en 221.000 millones de dólares (158.6 millones de euros).
Los miembros del comité han recomendado a la administración de la compañía que aviven sus esfuerzos por reducir el apalancamiento de Petrobras, teniendo en mente que el deterioro de este múltiplo pone a la calificación crediticia actual en riesgo.
El pasado mes de octubre, Moody’s Investors Service bajó de A3 a “Baa1” la calificación sobre la deuda a largo plazo de Petrobras en moneda extranjera.
Petrobras necesita invertir grandes cantidades de dinero para desarrollar nuevos recursos petroleros en la costa afuera de aguas profundas, al sur de Río de Janeiro.
Brasil espera que la petrolera pueda duplicar la producción de crudo a alrededor de 5 millones de barriles al día, desde la fecha hasta el 2020, para que la estatal se convierta en uno de los mayores productores mundiales de petróleo.