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Rajoy contra Rubalcaba en Internet

Las redes sociales se han convertido en una herramienta fundamental para la comunicación entre los usuarios de la red y los personajes públicos. Los líderes políticos se han volcado en Internet, especialmente en las redes sociales, de cara a las elecciones del 20 de noviembre, ya que suponen una oportunidad para acercarse a los ciudadanos,  actualmente críticos con los políticos.

A finales de 2010, la consultora Ketchump Pleon realizó un estudio en el que determinaba que el 69% de los políticos del sur de la Unión Europea utilizarían las redes sociales para las próximas elecciones. Según el mismo estudio, la redes sociales hace sólo un año eran utilizadas por la mitad de los parlamentarios y por menos del 30% de los alcaldes españoles.

Top Position, empresa especializada en comunicación y marketing online, ha realizado  un análisis de la presencia e influencia en las principales redes sociales (Facebook, Twitter, Youtube y Google +) de los dos principales candidatos a la presidencia del gobierno en las próximas elecciones: Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy Brey.

En Facebook, la principal red social, Rubalcaba (a través de su página “con Rubalcaba”) tiene un total de 12.809 seguidores o “me gusta”, mientras que la página de Rajoy tiene 57.509 “me gusta”. En este caso, la antigüedad ha jugado un papel fundamental a favor del candidato del Partido Popular.

El líder de la oposición tiene su página creada desde hace más de dos años, donde explica brevemente su agenda y cuelga algunas fotos y vídeos de los actos en los que participa. Por su parte, Rubalcaba creó su espacio en Facebook el día que se hizo oficial su candidatura y dejó su cargo en el Gobierno, el pasado 9 de julio.

En esa misma fecha, también se creó su cuenta en la red social de Twitter y un canal en Youtube.

En el caso de la famosa red de micro-blogging de los 140 caracteres, Rubalcaba consiguió 1.500 seguidores tras la primera hora de la creación de su perfil. En su primer día, el candidato socialista logró que 5.800 personas lo siguieran en Twitter.

El comité de campaña del PP, encabezado por Ana Mato, decidió crear el perfil deTwitter de Rajoy el 4 de septiembre, cuando su rival en las elecciones le aventajaba en 25.000 seguidores. En el acto de presentación, Esteban González Pons, vicesecretario de Comunicación del PP, aseguró “un éxito rotundo de esta cuenta, al igual que sucedió con Facebook”.

Razón no le faltó, si nos referimos a esta particular batalla entre los candidatos. En un mes, Rajoy ha conseguido 59.565 “followers”, mientras que el perfil de Rubalcaba cuenta, en tres meses, con 40.239 seguidores. La actividad del candidato socialista en Twitter ha sido mucho mayor, proporcional a esos dos meses de diferencia entre la creación de los perfiles. La cuenta de Rubalcaba tiene 3.455 micro-mensajes -“tweets”- y, la de Rajoy, 882.

Respecto a Youtube, Rajoy creó su canal el 25 de junio, tres semanas antes de que lo hiciera el equipo de Elena Valenciano para Rubalcaba. A pesar de ello, el líder del PP ha subido menos vídeos a su canal: 79 vídeos frente a los 110 del líder socialista. Aun así, el canal de Rajoy tiene más del doble de reproducciones (138.999) que el de Rubalcaba (62.796).

La red social de Google, Google +, tampoco ha sido ajena a los principales candidatos, donde este caso ha sido muy singular. Si bien es cierto que Rubalcaba creó su perfil en Google + a mediados de septiembre, el equipo de comunicación no fue incisivo en su estrategia en esta red social. Según Gutiérrez Comunicación, el perfil está muy descuidado en ciertos aspectos, lo que se demuestra al ver que su círculo de contactos asciende a 127. No es el caso de Mariano Rajoy, que tiene 4.955. Sin embargo, este dato no ha sido relevante para obtener más seguidores. Rubalcaba tiene 18.402 seguidores y Rajoy 18.219 en Google +.

Los gabinetes de campaña han actuado en otras redes sociales, como es el caso de Flickr. En este caso, la estrategia fue bien distinta ya que Rubalcaba cuenta con perfil propio y Mariano Rajoy está incluido en la cuenta del Partido Popular. Desde la cuenta de Rubalcaba se han subido 986 archivos, mientras que en la del Partido Popular 1.250.

Los datos de este artículo fueron obtenidos el 10 de octubre de 2011.

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1 Comentario

  1. ¿Soñarán algún día los políticos con ovejas eléctricas?

    ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? Esa es la cuestión que planteó Philip Kindred Dick, haciendo en su día más cromada la mirada del ser humano que se asienta en la rama quebrada de las inquietudes materiales y morales de la tecnología. Dick, se acercó bastante a un futuro más cierto que ficticio. Avanzándose a un mañana que está cerca de ser el hoy de la mirada del ser humano, poniendo su semilla hacia un mañana más tecnológico que de madurez humanista.

    Y hasta puede, que en un futuro no muy lejano, la llama alargada de la tecnología alcance una dimensión de influencia política. Ante la aflicción del votante contemporáneo, las incertidumbres del futuro y la poca credibilidad de este sistema actual globalizado ¿Acabaremos votando a Google, a Apple o a cualquier corporación que nos ofrezca más aplicaciones entretenidas que promesas de trapacería?

    Políticos “replicantes” o cualquier clon parlanchín bien parido, podrían
    Sustituir al orador errante que son los actuales administradores, incapaces de convencer a veces ni a sus propios militantes, que no acaban de satisfacer su curiosidad participativa. Pues no es de descartar, como dice Kindred en su novela, que cada ciudadano recibirá un androide sirviente hecho a medida. De momento vamos tirando con Internet, el ipod y algún que otro multirobot de cocina.

    Y como la gente está adicta a las nuevas tecnologías inmateriales de esta sociedad de la información. En un futuro no lejano, igual otros oráculos decidirán el mañana siempre incierto, de liderazgos y guías predicadores en vanos desiertos. Desde el corporativismo ambicioso y calculador puede salir cualquier cosa, sin más factor humano que la ingienería más cafre y grosera nos desee dar, anulando lo filantrópico y el amor al ser humano que anda desorientado y confundido en estos momentos de luz tenue, en este mundo trazado de crisis y trances agresivos de recesión.

    Los políticos van a la baja. Pues todo fuera que las Corporaciones funcionales podrían a medio plazo sustituir a los partidos políticos. Viendo todo esto, como algo de política “no biológica”, camino entre la locura y el pragmatismo del juicio fuera del entendimiento. Entre lo artificial y lo natural, entre lo efímero y lo perecedero.

    Votar desde la video consola, por sms, por “ipod”, o por cualquier artilugio de última generación podría ser factible y viable a corto plazo. Porque igual, la política acabe siendo sólo una aplicación más de nuestra vida cotidiana. Para acabar sustituyendo pancartas por hologramas de eslogans convincentes en laminados “pixeles”, de persuasión y creencias codificadas dirigidas por códigos binarios poco dados al yerro.

    La codicia y la endogamia más fecunda, junto al mercantilismo mísero de la vida, nos han llevado a esta crisis global e integral de este siglo XXI. El siglo que debería de ser el de la definitiva humanización, para acabar de una vez anulando tiranías y autocracias. Y no la de la involución, que es como una detención y retroceso. Para acabar tirando piedras a la figura de Darwing con desprecio infinito y burla socarrona. Porque aquí, Dios, no quiere embalarse por no ser todo esto competencia divina ni celestial. Pues la tecnología, es más omnipresente que cualquier esencia desnuda o dogma que prometa satisfacer por lo sencillo al alma sufrida. Sustituyendo a los partidos por corporaciones, que fueran reemplazados sus candidatos políticos por replicantes de poca sensibilidad aparente y profundamente profílicos. El hedonismo mal entendido ya está enterrado como el barro que se mezcla. La riqueza sin felicidad y el poder adquisitivo del bienestar se secaron en el pozo de las soberbias desmedidas.
    Estamos empeñados en ver estrellas más allá de Orión, sin ser capaces de contemplar la ficticia realidad que está mucho más cerca, una verdad que nos abraza como ilusos y cándidos electores que ya no esperan armoniosos horizontes del político al uso. Las máquinas podrían ocupar nuestro sitio y espacio en la toma de decisión de nuestros futuros gobernantes, sin la virtud de la intervención del ser humano, que puede ser sustituido por el aparato o el ingenio más contemporáneo que se alimenta del litio. Siendo alambre de espinos el político poco creíble que chirría y desafina. Mientras, la economía sigue intentando hacer ladrillería de sus viejas molduras, pensando que todo esto, nos pueda seguir dando el confort y el bienestar como si fuese el cálido vientre de una madre. Los gobernantes pueden pasar a integrarse en un “museo de los políticos”, o peor cosa; que se expusieran en ágoras y mercadillos como atracción de feria, pasando de oradores a cuenta cuentos, o narradores orales de eternas promesas y ficciones que nadie ya cree ni confía. Porque al final, los fragmentos de nuestros sueños nos distancian de los que no saben a donde van, deambulando por caminos de horizontes de bruma y promesas impías. Y el que tuviese el secreto del aroma del incierto futuro, ese sabor fuese metálico, igual que el silicio y no la sabrosa y jugosa manzana pecadora. Para tratar de saborear lo que los sentidos engañan y fingen para burlar al auténtico gusto, para solo repetir sabores insípidos que apañen y amañen nuestros sentidos. Como el pincel que ya no quiere plasmar colores, con el peligro de inundar de tenue luz el venidero mañana político.

    Resplandores eternos de alientos metálicos exhalarán de autómatas programados por la lógica congruente, y que podrían encomendarse a la vereda y senda de las urnas, para recorrer manantiales de indiferencia política, que sigue empeñada en adherirse al poder, como “Un Dios ha muerto” de Nietzsche. Quizás, los androides no suspiran ni se abrazan a las flores, ni sus relojes marcan los latidos de un corazón de pasión o de un alma quebrada. Pero a la política actual, que va floja de interés y participio ciudadano, hace que otras alternativas de arbitraje y parecer mucho más automatizadas, pudieran alcanzar su objetivo en un futuro no muy lejano. Estos artilugios electrónicos que vagan por el mundo libres de materia humana y que se han exudado en nuestras vidas cotidianas.

    ¿Soñarán algún día los políticos con ovejas eléctricas? Yo, no lo sé. Prefiero pensar en el proverbio japonés de qué: mil árboles que crecen hacen menos ruido que un árbol que se derrumba.

    Sergio Farras, escritor tremendista.