American Airlines y JetBlue Airways, líneas aéreas estadounidenses, han puesto fin a su acuerdo comercial firmado en el año 2010. Este convenio permitía que las aerolíneas intercambiaran “slots”, derechos de aterrizaje y despegue. El acuerdo también ofrecía conexiones más sencillas entre sus vuelos, y una alianza entre sus respectivos programas de fidelización.
Desde el 10 de marzo, ninguna de las dos líneas aéreas aceptará a pasajeros que hayan comprado un billete en la plataforma de compras de la otra, según ha confirmado en un comunicado American Airlines.
Por otra parte, American Airlines ha explicado que a partir del 1 de abril, los pasajeros no podrán beneficiarse de las ventajas de acumular millas ni puntos cuando viajen en vuelos de la otra aerolínea, dado que hasta ahora compartían programas de fidelización en las conexiones de los aeropuertos de Nueva York y Boston. Sin embargo, todos aquellos puntos y millas ya acumuladas serán debidamente acreditadas en las cuentas de los pasajeros, y no se verán afectados por este cambio.
En un comunicado conjunto, las compañías han señalado que están trabajando para que la nueva situación tenga el menor impacto en sus clientes.
AMR Corporation, matriz de American Airlines, y US Airways formalizaron a finales de diciembre la fusión de ambas aerolíneas estadounidenses, creando la mayor línea aérea del mundo, conocida ahora como American Airlines Group. De este modo, se sitúan por delante de United Continental y de Delta Airlines.
Gracias a esa fusión, en una operación valorada en unos 11.000 millones de dólares (7.935 millones de euros), American Airlines tiene una mejor conectividad en la competitiva costa este de Estados Unidos, el motivo que hace tres años le había llevado a anunciar el acuerdo con JetBlue. Además, esta fusión permitió que American Airlines saliera de su situación de bancarrota.
JetBlue Airways también ha comunicado que va a comenzar a operar, a partir del 19 de junio, tres nuevas rutas desde el Ronald Reagan Washington National Airport (DCA) hacia Charleston (Carolina del Sur), Hartford (Connecticut) y Nassau (Bahamas). Estas nuevas frecuencias diarias representan la mitad de los nuevos vuelos que JetBlue ha adquirido mediante la compra de “slots”, como resultado de la fusión de American Airlines y US Airways.