La confianza del consumidor en Alemania ha empeorado de forma inesperada por segundo mes consecutivo, de acuerdo con una encuesta sobre las perspectivas para septiembre elaborada por GfK.
Los analistas han dicho que esto genera dudas sobre la fortaleza de la reactivación apoyada en el consumo en la mayor economía de Europa.
El gasto de los hogares en Alemania ha sido el principal motor del crecimiento en el primer semestre del año, junto con un mayor consumo estatal e inversiones en la construcción, siendo un amortiguador frente a un entorno comercial que resulta incierto para los expertos.
El instituto de análisis GfK ha explicado que su indicador de confianza del consumidor, que se basa en una encuesta de 2.000 alemanes, ha caído a 10,5 en septiembre desde 10,6 un mes antes.
Por otro lado, los analistas habían previsto una lectura en 10,6, sin cambios.
Ralf Buerkl, investigador de GfK, ha señalado que “si bien las expectativas económicas mejoraron, las expectativas de ingresos y la propensión a comprar disminuyeron un poco”, y ha agregado que todos los subindicadores se mantuvieron en un nivel relativamente alto en general.
El analista ha indicado que, es muy probable, que la caída en las expectativas de ingresos esté relacionada con el reciente aumento en los precios de la energía que ha impulsado la inflación de Alemania a más del 2 por ciento.
Por otro lado, Buerkl ha dicho que “teniendo en cuenta el persistente bajo nivel de los tipos de interés, podría ser obvio para algunos consumidores que los ahorros están perdiendo valor debido a la inflación. Un aumento adicional de la inflación ciertamente oscurecería el panorama para los consumidores”.
A pesar del descenso, la tendencia a comprar se mantuvo relativamente alta y Buerkl ha hecho énfasis en el floreciente mercado laboral de Alemania, los mínimos históricos de desempleo y la mayor seguridad laboral.