Las provincias de China han recortado sus objetivos de crecimiento anual, una señal del creciente pesimismo que existe entre los gobiernos locales como consecuencia del debilitamiento de la demanda interna y una prolongada guerra comercial con los Estados Unidos.
La rebaja en los objetivos regionales de China refuerza la tesis de los especialistas de que en 2019 se registrará una mayor desaceleración en su economía, después de que el Producto Interior Bruto (PIB) se expandiera en 2018 a su ritmo más lento en casi tres décadas.
De las 31 provincias, regiones y municipios de China, 23 tomaron la decisión de reducir sus objetivos de crecimiento económico para este año, de acuerdo a los anuncios provinciales de este mes. En 2018, sólo 17 provincias fijaron objetivos más bajos.
Shandong, la tercera provincia más rica de China, aún no ha publicado su objetivo previsto para este año, mientras que las provincias de Sichuan, Hebei, Guizhou, Gansu y Hainan, han anunciado que van a mantener sus objetivos sin cambios respecto al año pasado.
En el 2018, un total de 12 provincias mantuvieron sus objetivos de crecimiento. Solo una, Hubei, elevó su objetivo, gracias al impulso del sector de fabricación de alta tecnología.
Tommy Xie, economista de China del banco OCBC en Singapur, ha señalado que “los nuevos objetivos provinciales reflejan los desafíos a los que se enfrenta China. Las áreas costeras impulsadas por las exportaciones se enfrentan al riesgo de un menor crecimiento en medio de la incertidumbre de la guerra comercial entre Estados Unidos y China”.
Asimismo, ha agregado que “la zona occidental de China seguirá siendo la fuente clave de crecimiento debido al aumento del consumo y los servicios”.
El analista ha explicado que las revisiones a la baja suponen que China va a establecer un objetivo de crecimiento nacional más bajo en 2019, probablemente en torno al 6-6,5 por ciento.