Javier Alonso, subgobernador del Banco de España, ha sostenido, sobre la entrada de nuevas empresas tecnológicas en el negocio bancario, que «cuanto más se aproxime su actividad a la bancaria tradicional, más importante será que estén sujetas a requisitos y controles similares a los de la banca».
Así se expresa Alonso en la carta de presentación de la Memoria de Supervisión del Banco de España en 2017, un documento que expone la labor realizada por la entidad durante 2017 en el desarrollo de sus competencias supervisoras en los ámbitos microprudencial, macroprudencial y de protección al cliente bancario.
Por otro lado, destaca que «gracias al refuerzo de la supervisión y regulación, a las reformas implementadas en el sector, a la recuperación de la actividad económica y a las actuaciones llevadas a cabo por las propias entidades, podemos afirmar que la solvencia del conjunto del sector bancario español se ha reforzado en los últimos años».
Sin embargo, admite que «a pesar de esta mejora del sector, durante 2017 se han continuado registrando los efectos de la crisis, en particular, en la resolución de una entidad significativa supervisada por el mecanismo europeo de supervisión (MUS), el Banco Popular.
Por ello, advierte de que «mirando al futuro, si bien las entidades de crédito españolas han venido reforzando su posición, persisten aún importantes retos que deberán afrontar en los próximos años», entre los que cita la irrupción de estas empresas tecnológicas, las llamadas Fintech.
Los otros retos, según Alonso, son la definición del modelo de negocio, la gestión de los activos improductivos, la adaptación a las novedades regulatorias y la recuperación de la confianza.
El Banco de España evaluó la idoneidad de 281 directivos de banca en 2017, 13 menos que el año anterior, según la Memoria de la Supervisión Bancaria en España correspondiente al año pasado que hoy ha publicado el organismo.
Según explica la Memoria, «todo alto cargo ha de reunir, no solo en el momento de acceso a la actividad sino durante todo su ejercicio, los requisitos de honorabilidad comercial y profesional, conocimientos y experiencia adecuados para ejercer sus funciones, cumplimiento del régimen de incompatibilidades y limitaciones».
Y en el caso de los miembros del consejo de administración de las entidades, deben tener «disposición para ejercer un buen gobierno», es decir, «disponer del tiempo suficiente para el ejercicio del cargo», y actuar sin conflictos de interés.