Los líderes de la Unión Europea han apoyado la creación de un fondo de emergencia de un billón de euros para hacer frente a las consecuencias económicas del coronavirus, pero han dejado pendientes detalles que provocarán divisiones entre sus miembros hasta el verano boreal.
Los 27 líderes de los países del bloque se reunieron en una videoconferencia para considerar propuestas, principalmente en torno a un mayor presupuesto común para el periodo 2021-2027 que apoye un programa de recuperación.
El 1% de la producción económica de la Unión Europea, el presupuesto común plurianual, ha sido uno de los temas de debate más polémicos entre sus miembros. Expandirlo no será fácil, a pesar de que el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, ha elogiado los “grandes avances” realizados tras el final de la cumbre.
Emmanuel Macron, el presidente de Francia, ha dicho que sigue habiendo diferencias entre los distintos Gobiernos sobre si el fondo debería transferir dinero en forma de subvenciones o más bien otorgar préstamos.
El mandatario francés ha dicho que “si Europa eleva la deuda para prestar a otros, no estará a la altura de la respuesta que necesitamos”, porque endeudaría todavía más a países como Italia, Bélgica y Grecia.
Europa está haciendo frente al impacto económico causado por el brote del coronavirus que ha provocado el cierre de fronteras en todo el bloque y ha dejado a los estados miembros con múltiples problemas para conseguir suministros médicos.
Por su parte, Christine Lagarde, la jefa del Banco Central Europeo, ha dicho a los líderes del bloque que la pandemia del coronavirus podría reducir entre un 5% y un 15% la producción económica de la eurozona.
Los expertos esperan que el crecimiento en la eurozona se contraiga un 5,4%, lo que sería el peor año desde que comenzó a regir la moneda común en 1999. No obstante, esta previsión es mejor que la última del FMI que anticipó un descenso del 7,5%.