La economía española se consolidó en el escenario internacional, y aumentó su protagonismo creciendo en un 6,2% en 2018, hasta alcanzar un 7,268 en el Índice de Solidez Internacional (ISI), elaborado y presentado por la asociación de empresas industriales internacionalizadas (Amec).
Este crecimiento se contrapone a la contribución negativa de determinados indicadores, entre los que destacaron las barreras a la exportación cada vez más presentes en el mercado mundial, pues en 2018 un 79% de las empresas afirmó haberse encontrado con trabas a la internacionalización de sus productos, cuando en 2017 el porcentaje fue el 41%.
Por tanto, se duplicaron las empresas con problemas para exportar, lo que no necesariamente se vincula con aranceles en las fronteras pues, según el director general de Amec, Joan Tristany, también hubo barreras por temas de «certificación», bien de la calidad de los productos o de un porcentaje de la producción del mismo, algo «muy complejo».
El volumen de las exportaciones tecnológicas de alto nivel respecto al total industrial fue de un 8,2% en 2018, lo que implica un descenso del 0,6% respecto al 8,6% de 2017 y que, según la Amec, se debe a que al haber más empresas que exportan es más difícil mantener un alto nivel tecnológico. De hecho, el nivel medio de países en competitividad con España como Francia, Italia, Alemania, Polonia y Austria fue de un 18,4%, superior al doble de la española.
Estos comportamientos negativos contrastaron con los indicadores de contribución positiva para el ISI, como el aumento en un 13% de la inversión en el exterior, o el paso de un 4,9% de las empresas exportadoras en 2017 a un 6,1% en 2018, todavía por debajo de la media europea, que se situó en un 7,3% en 2018, pero habiendo descendido en un 0,2% respecto al año anterior, por lo que las empresas españolas «se van asentando».
En términos numéricos, la cantidad de empresas exportadoras regulares pasó de 50.500 en 2017 a 51.800 en 2018, creciendo en un 2,5%, de las cuales las 500 más destacadas pasaron a concentrar un 58,6% de la exportación en 2018, frente al 58,5% en el curso anterior, algo «muy relevante», según Tristany, pese a ser un aumento de solo un 0,01%. El número de empresas con filial internacional también creció, pasando de 8.200 a 8.600, creciendo en un 4,8%.
Otro de los aspectos a reseñar positivamente es la desamortización de los sectores dedicados a las exportaciones, donde descendió la automoción y la alimentación pero en beneficio de los otros. Respecto al peso de las exportaciones sobre el PIB pasó de un 34,1% en 2017 a un 34,3% en 2018.
A propósito de las pérdidas estimadas en exportaciones de 500 millones de euros, según Mercosur y debido al Brexit y la guerra comercial entre China y Estados Unidos, Tristany ha afirmado que no han realizado ninguna previsión pero que Europa tiene que ver «cuál es su papel» y si se posiciona «con unos o con otros». «Tenemos que mantener una buena estrategia y una unión estratégica pero no hay que entrar al trapo», ha afirmado.