El patrimonio de los hogares y de las sociedades no financieras se debilitó en 2020, porque las ratios de endeudamiento de ambos sectores sobre el PIB se elevaron, cambiando la tendencia de los últimos años.
El Artículo Analítico ‘Evolución de los flujos y de los balances financieros de los hogares y de las empresas no financieras en 2020’ publicado por el Banco de España detalla que este repunte de las ratios de endeudamiento es consecuencia del retroceso de las rentas y, en el caso de las empresas, por el avance de los préstamos bancarios.
Las Cuentas Financieras de la Economía Española muestran que en 2020 la evolución de los balances y de las operaciones financieras estuvo condicionada por la crisis sanitaria, social y económica del coronavirus, así como por las medidas extraordinarias de política económica puestas en marcha para mitigar sus efectos.
La renta de las familias se contrajo en mayor medida, su ratio agregada de deuda sobre la renta bruta disponible se elevó en 2,1 puntos porcentuales, hasta el 94,8%, lo que quebró la tendencia descendente de los años anteriores.
Sin embargo, los hogares disminuyeron, respecto a lo ocurrido en los tres años anteriores, su endeudamiento en forma de préstamos bancarios, por la fuerte desaceleración del crédito para consumo.
El informe detalla que la renovada preferencia por los activos más líquidos ha llevado a que los hogares materializaran sus inversiones en depósitos bancarios y efectivo, seguidos de instrumentos de inversión colectiva, en particular participaciones de fondos de inversión. Las empresas concentraron su inversión financiera en efectivo y depósitos, preferentemente cuentas a la vista y, en menor medida, acciones y otras participaciones.
En relación a las empresas no financieras, el informe muestra un repunte de su ratio de deuda sobre PIB (de 12,3 puntos porcentuales, hasta el 85%), debido al retroceso del producto y al avance en la nueva financiación.