El Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) ha inaugurado una nueva oficina ubicada en la ciudad de Tokio, capital de Japón, con el objetivo de promover y fortalecer su relación con las empresas japonesas, de forma tal de atraer y facilitar la inversión nipona a las regiones en las que tiene presencia actualmente.
Esta institución financiera fue fundada en enero de 1990 con el objetivo de favorecer la transición a una economía de mercado y promover la iniciativa privada en los países ex-comunistas de Europa Oriental.
La entidad financiera prevé que la capital nipona se transforme en el “puente” para captar fondos de Asia y desde el cual se puedan impulsar las inversiones y préstamos a zonas de Asia central, de acuerdo a lo comentado esta semana en Tokio por Suma Chakrabarti, presidente de la entidad.
El BERD, que inauguró su primera sede en la ciudad de Tokio en el año 2013, también tiene previsto incrementar su cooperación con el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, financiado en gran parte por China, a través de la cofinanciación de proyectos en conjunto.
Inaugurado oficialmente en el año 1991, el BERD tiene su sede en la ciudad de Londres, Inglaterra. Cuenta con inversiones en 36 países ubicados en la región de Asia central, el norte de África, así como también en Oriente medio.
Después de Estados Unidos, Japón es el accionista más importante de la entidad financiera, en la que también tienen una participación destacada Reino Unido, Alemania, Francia e Italia.