La economía de Japón creció entre julio y septiembre un 1,8% interanual, según los datos revisados publicados este lunes por el Gobierno nipón, que muestran una expansión muy superior a lo esperado gracias al auge del gasto de hogares y empresas.
Las estadísticas publicadas por la Oficina del Gabinete reflejan un avance del producto interior bruto (PIB) de Japón de 1,2 décimas más que la primera estimación publicada el mes pasado.
Los nuevos datos publicados también muestran que la economía nipona avanzó en el citado trimestre un 0,4% en relación con el periodo abril-junio, tres décimas más que la primera estimación publicada en noviembre.
Esta sustanciosa mejora en las cifras del PIB se debe, sobre todo, a la revisión al alza de la inversión en capital corporativo, que avanzó un 1,9% interanual (frente al dato anterior del 1,2%) y el 1,8% intertrimestral (frente a la estimación previa del 0,9%).
La revisión también afectó al consumo doméstico, que representa más de la mitad del volumen del PIB nipón y que avanzó un 0,7% a ritmo anual (dos décimas más que el cálculo previo) y un 0,5% respecto al trimestre previo (una décima más). De este modo, el gasto de los hogares y el de las empresas propiciaron la evolución positiva de la economía japonesa, y compensaron la caída continuada que vienen registrando las exportaciones niponas en los últimos meses en el contexto de tensiones globales.
El gasto público permaneció prácticamente sin cambios en los datos revisados, igual que las exportaciones, que constituyen otro de los pilares centrales de la tercera economía mundial. Los datos revisados superan las expectativas de la mayoría de analistas y sitúan a la economía japonesa con cuatro trimestres consecutivos en expansión, aunque a velocidad decreciente.
El PIB nipón creció un 1% interanual en el último trimestre del 2018, y en los tres primeros trimestres de este año avanzó respectivamente un 2,6%, un 2,9% y el 1,8%. Los analistas, no obstante, atribuyen esta mejoría del tercer trimestre a que la inversión empresarial y el gasto de los hogares cobraron ímpetu justo antes de la entrada en vigor del nuevo impuesto sobre el consumo el pasado octubre.