La confianza de los consumidores ha iniciado el año con un repunte, debido a la mejora de la valoración que los ciudadanos hacen de su situación actual, aunque sigue en terreno negativo y muy por debajo del nivel de hace un año.
El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) informó este martes pasado de que el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) se situó en enero en 93,8 puntos, 2,8 por encima del cierre de 2018, aunque aún sin superar los 100 puntos que marcan el umbral entre una percepción positiva y negativa.
Además, el índice se mantiene aún lejos de los 102,3 puntos registrados en enero de 2017, cuando en conjunto los consumidores se mostraban confiados, especialmente respecto a sus expectativas a seis meses vista.
La confianza de los consumidores y empresarios en la economía de la eurozona cayó en enero 1,2 puntos, hasta los 106,2 puntos, según el Indicador de Sentimiento Económico (ISE) publicado por la Comisión Europea. En el conjunto de la Unión Europea (UE) también se observó una caída, de 1,4 puntos, hasta los 106,1 enteros.
De las cinco grandes economías de la eurozona la confianza solo creció en Francia (0,5 puntos), mientras que cayó en Alemania (-0,8 puntos), Italia (-1,3 puntos) y Holanda (-4,1 puntos) y se mantuvo estable en España.
Por sectores, en España cayó la confianza en la industria (de -3,4 a -4,0 puntos) y el comercio minorista (de 10,7 a 7,2), pero subió en el sector servicios (de 13,6 a 15,1), entre los consumidores (de -7,2 a -6.9) y en la construcción (de -6,9 a 6,5).
El descenso de 1,2 puntos en el sentimiento económico en la eurozona se debió a la caída de la confianza en la industria en 1,8 puntos, que se atribuye a una visión más pesimista de los empresarios respecto a las expectativas de producción, los niveles actuales de las carteras de pedidos y las existencias de productos finalizados. A la caída generalizada del indicador contribuyó también el descenso en la confianza de los servicios (-1,2 puntos) y sobre todo en el comercio minorista (-1,8 puntos).