La economía de Japón se prepara para su peor caída desde la posguerra, porque la crisis del coronavirus ha frenado el crecimiento mundial, y ha aumentado la presión para que el Gobierno amortigüe los efectos del coronavirus en empresas y consumidores.
Las entidades bancarias están poniendo su granito de arena mientras los préstamos aumentaron en el mes de mayo al ritmo anual más rápido desde que hay registros. Los expertos han indicado que es una clara señal de que las empresas estaban recurriendo al crédito para satisfacer sus necesidades de financiación inmediatas y sobrevivir a la caída de las ventas debido al coronavirus.
Mientras que las autoridades de Estados Unidos y Europa han pasado de la respuesta a la crisis a los esfuerzos por apuntalar el crecimiento, a Japón le está costando porque sigue centrándose en la prevención de una segunda ola de infecciones.
En una entrevista ofrecida a la agencia Reuters, el ministro de Economía Yasutoshi Nishimura ha señalado que Japón debería centrarse en sostener a las empresas, sugiriendo que el banco central debería evitar llevar los tipos de interés hacia territorios más negativo.
Al ser cuestionado sobre si el Banco de Japón debería tomar medidas para impulsar la demanda, Yasutoshi Nishimura dijo que “aún no estamos en una etapa en la que queramos estimular el consumo y animar a la gente a viajar mucho. Los esfuerzos para estimular el consumo deberían esperar un poco más”.
La economía de Japón se contrajo un 2,2% anualizado en el primer trimestre del año, lo que supone una caída inferior a la del 3,4% del dato preliminar, porque los gastos de capital se comportaron mejor de lo esperado. Los analistas habían previsto una contracción del 2,1%.
No obstante, pocos analistas se mostraron esperanzados sobre las perspectivas para el año, porque los datos sobre inversiones utilizados para calcular las cifras revisadas carecían de suficientes respuestas y se actualizarán en el mes de julio.
La estimación revisada del PIB ha confirmado que Japón había entrado en recesión, incluso antes de que se pusieran en marcha medidas de confinamiento para contener el brote del coronavirus.
Tom Learmouth, economista de Capital Economics, ha señalado que “la revisión al alza del PIB del primer trimestre que se muestra en la estimación revisada sirve de poco consuelo dado que la producción está cayendo en picado este trimestre”.